Antes resultaba fácil saber cuándo el tráfico inválido estaba consumiendo sus presupuestos digitales. Anteriormente, los bots se ubicaban casi exclusivamente en centros de datos y ejecutaban las mismas acciones al mismo tiempo. Una mirada rápida al comportamiento de los visitantes le indicaba si estaba siendo atacado por estafadores.
Pero es difícil detectar los bots de hoy en día debido a que están especialmente diseñados para imitar los humanos. Más del 75% de los fraudes publicitarios proceden de bots que se alojan en computadoras residenciales (es decir, computadoras portátiles y de escritorio en nuestras oficinas y domicilios), lo que les permite utilizar direcciones IP de humanos reales, copiar sus historiales de compra y de navegación e incluso imitar sus pulsaciones de teclado y los movimientos del mouse.
Por mucho que se esfuercen en esconderse, la actividad de estos bots no es totalmente indetectable. Sabemos que hay algunas tácticas y métricas que aumentan la vulnerabilidad de una campaña ante el fraude, por lo cual debe tener mucho cuidado si alguna de las siguientes cinco afirmaciones le parecen ciertas:
Entre los profesionales de marketing existe una creencia general errónea de que el fraude repercute en todas las campañas por igual a lo largo del año. Esto no es cierto. Cuando hay una discrepancia entre el suministro de anuncios y la demanda los índices de fraude aumentan. Esta irregularidad es especialmente notable durante la temporada navideña, cuando los anunciantes invierten gran parte de su presupuesto de publicidad digital en campañas que compiten por la atención de los compradores navideños.
De hecho, el CPM y la navegación por Internet no aumentan tanto durante las fiestas. Por lo tanto, si su tráfico está aumentando, las probabilidades de que los bots estén llenando el hueco son mayores. Durante los períodos de mayor demanda su solución para combatir el fraude publicitario debería detectar más actividad fraudulenta; si no, es casi seguro que está permitiendo que los bots se deslicen por las grietas.
Si hay una regla fundamental en el fraude publicitario, es que los bots persiguen al dinero. Y en este momento, hay muchísimo dinero invertido en el vídeo digital: el gasto publicitario en vídeo casi se ha duplicado desde 2015. Si a esto le sumamos el hecho de que muchas de las métricas más comunes para estimar la interacción con los vídeos son imprecisas, tenemos una tormenta perfecta para la actividad de los bots.
Los números no mienten - el fraude en vídeo representa el 64% de todos los fraudes publicitarios en los EE.UU. Pero esto no debería desalentar a los anunciantes de comprar un inventario de vídeo; sino que sólo necesitan pensar de forma distinta sobre cómo y dónde comprarlo. A trabajar directamente con los editores se puede disminuir la cantidad de bots que desvían su inversión de marketing, pero esto no le garantiza un entorno libre de fraude como el de una solución de detección de bots.
Todavía está frente a un problema si su software de detección de bots ha señalado scripts maliciosos pero el número total de impresiones sigue siendo el mismo. ¿Es realmente posible que esos IPs que usted puso en una lista negra de repente fueran coincidentes con nuevos y verdaderos visitantes humanos al mismo tiempo? No caiga en la trampa de pensar que los humanos han llenado el vacío - créanos, no lo han hecho. No se alarme, su tráfico debería bajar y bajará - significa que usted está entregando anuncios a un mayor porcentaje de humanos y gastando menos dinero para alcanzar al mismo número de personas.
Si tienes una audiencia que es difícil de encontrar en espacios digitales pero la fuente parece ilimitada, puede que este comprando bots.
Cuando una audiencia difícil de encontrar registra una gran demanda, los bots pueden generar impresiones falsas con un perfil de cookie similar al del usuario que el anunciante está buscando. La alta demanda y la fuente limitada para algunos sectores del mercado, como la demografía de altos ingresos o los hispanos, se traduce en mayores beneficios para los operadores de bot que al parecer pueden proporcionar las impresiones necesarias de público en esos sectores.
White Ops detectó que las campañas programáticas dirigidas a hispanos en losl EE. UU. tenían un 70 por ciento más de bots que las campañas programáticas dirigidas a los no hispanos. Por comparación las compras directas dirigidas a hispanos tenían un 20 por ciento más de bots que las campañas directas dirigidas a los no hispanos.
La verdad es que los bots son excelentes para imitar las métricas de branding, especialmente medidas de viewability. Los bots sofisticados tienen una tasa media de viewability del 43 por ciento, imitando de cerca la tasa media de viewability de humanos del 47 por ciento. Para responder a una medición de viewability, los requisitos técnicos son la funcionalidad básica de JavaScript y Flash. Esto viene de fábrica con cualquier navegador , y si un bot simplemente controla una sesión del navegador o crea un script para un motor de renderizado del navegador -como es habitual en el caso del fraude publicitario- entonces con tan solo cargar una página web mostrará la capacidad de viewability sin necesidad de que el bot haga nada sofisticado extra.
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